Químicos en nuestra mesa y vida diaria

El urbanismo y modernismo del siglo XX transformaron a Colombia de ser un país rural a uno urbano, con unas cinco ciudades de más de un millón de habitantes y alrededor de 20 poblaciones con más de un cuarto de millón.  Y este cambio trae las ventajas de mayor facilidad para proveer los servicios públicos fundamentales, instituciones de educación, y centros hospitalarios y de salud.  Simultáneamente se aumenta la productividad industrial, el desarrollo laboral, las opciones en el comercio y recreación, y se acude a la globalización que nos integra con el mundo.

Son múltiples los beneficios del desarrollo moderno, que llega sin duda con sus costos: en lo social al aumentar la desigualdad, en lo ambiental al destruirse parte de nuestros campos y reservas forestales, en lo ecológico al contaminar con basuras y desechos los ríos y quebradas que nos circundan, pero sobretodo el costo humano al cambiar el ritmo de vida por una más material, agitada e insana.

Con el afán de servir a una población mayor y creciente se emplean procesos productivos de alto impacto con semillas genéticamente modificadas, productos alimenticios hechos en serie en las cadenas de comida rápida, o en la industria de aseo, cosméticos y cuidado personal con sustancias químicas como conservantes de sus productos.

Cifras de institutos oficiales en los Estados Unidos indican la presencia de más de 100.000 químicos registrados para uso comercial en ese país, 10.000 de los cuales son empleados en la comida, y 2.000 nuevos elementos químicos son introducidos cada año para su uso en alimentos, artículos de cuidado personal, medicinas y productos de aseo en el hogar.

Desconocemos cuáles son las cifras equiparables para el mercado Colombiano, pero al abrirse el país a los tratados globales de libre comercio, busquemos mejorar nuestra oferta al mercado local con productos libres de químicos y sustancias nocivas para el uso humano.

Sabe usted cuantos químicos ha usado o está usando el día de hoy?

Posiblemente su respuesta sea negativa pues no nos tomamos unos instantes para hacer este tipo de reflexiones. Y si le dijera que diversos estudios realizados en los Estados Unidos concuerdan en señalar que una mujer en promedio usa diariamente doce productos de cuidado personal entre shampoo, acondicionador, desodorante, loción y maquillaje, los cuales contienen unos 168 químicos, y a su vez el hombre emplea al día seis productos de cuidado personal en promedio con unas 85 sustancias químicas, muchas de las cuales son ingeridas, absorbidas, inhaladas o introducidas en nuestro organismo.

Algunas de esas sustancias pueden ser inofensivas, pero otras pueden llegar a ser tóxicas y nocivas para nuestra salud y nuestro organismo. Al igual que apreciamos los efectos que la contaminación química produce en ríos, lagos y mares de nuestra tierra, debemos apreciar que esos mismos químicos incorporados como conservantes e ingredientes del producto que nos aplicamos entran en nuestro cuerpo afectándolo.

No es de extrañar entonces que apreciemos en las últimas décadas un aumento del cáncer, asma, defectos en bebés recién nacidos, infertilidad u otros problemas de salud acrecentados por químicos tóxicos.

Establezca una vida sana con el consumo de alimentos y el uso de productos de cuidado personal libres de químicos y sustancias nocivas para los humanos, empiece ya para evitar que en los años le sea cobrada una alta factura en su salud.

Esmalte para uñas sin toxinas

Uno de los productos más tóxicos de los que la mujer usa a diario es el esmalte para las uñas, pues esos lindos colores que se aplican de manera líquida y luego de unos minutos se secan sobre las uñas dando un brillo atractivo y reluciente, deben para lograr eso incorporar múltiples químicos, colorantes artificiales y alcoholes no muy sanos para el ser humano que los usa ni para el medio ambiente en su producción.

Pero es que existen esmaltes para uñas sin toxinas?  Tal vez sean escasos y difíciles de encontrar por quienes los requieren, pero si la mujer desea usar ese lindo color de moda mal haríamos en recomendar que no use el producto y deje sus uñas al natural, sólo señalamos que en tal caso minimice el uso de aquellos productos que no son ecológicos, que si tiene la opción de escoger entre diversas marcas ese lindo color que busca, escoja el que menor mal podrá causar en su salud y la de nuestra amada tierra.

Es posible que como consumidor desprevenido no sepa cuales sustancias evitar, pues bien acá van tres que ojalá no estén presentes en su esmalte: ftalatos, formaldehídos y tolueno, sustancias químicas agresivas que no son raros encontrar en este producto.

Y cuando quiera verse preciosa para ese hombre, para ese evento, para esa ocasión, use su esmalte con moderación, dejando respirar sus uñas en las ocasiones de relajación y descanso.

En un mundo cada vez más urbanizado y polucionado con las personas viviendo cada vez más en las grandes ciudades, ya es bastante el número de toxinas que respiramos, ingerimos y absorbemos en nuestro cuerpo sin siquiera notarlo y sin mayor capacidad de evitarlo, pero cuando podemos tomar una elección, escojamos consumir o usar los productos sin o con la menor cantidad de toxinas posible.

El beso de la muerte

Tal vez no exista un elemento de belleza que guste tanto por igual a hombres y mujeres como el pintalabios, que hace ver la boca femenina muy provocativa y sensual.  Gran competencia se da con marcas de gran tamaño y presencia que ofrecen innovadores colores, fragancias y sabores en estos artículos de uso diario por parte de la mujer.

Pero se ha sentado a pensar si lo que nos aplicamos en la boca es sano y saludable o puede ser nocivo para la salud humana?  Si no lo ha hecho, puede que goce de una falsa tranquilidad, pues la lista de ingredientes de la mayoría de los pintalabios en el mercado contienen plomo, un elemento altamente nocivo y peligroso que ingerido en cantidad puede llevar a la muerte.  Pero los agentes de prensa de la grandes empresas que los producen dicen que el contenido de plomo en sus productos es muy bajo y casi inofensivo, pero evitan mencionar que el uso repetitivo del producto varias veces al día, todos los días del año y muchos años en la vida de la persona llega a sumar una cantidad no tan despreciable, y más si es en adolescentes y jóvenes o mujeres embarazadas, más sensibles a sustancias nocivas.

Sigue la pregunta de por qué no retirar de sus ingredientes todos y permanentemente los químicos, derivados del petróleo y sustancias nocivas en productos de uso humano?  Habrá sus razones de índole económico y de producción por lo cual no hacen el cambio, un cambio que los consumidores podemos imponer al comprar y usar los productos que no contienen sustancias que tarde o temprano terminan afectando nuestra salud.

Existen productores de pintalabios y demás artículos de cuidado personal libres de esas sustancias peligrosas que las sustituyen con lo que la madre naturaleza nos provee para nuestro bienestar y el de nuestros hijos.  Atrévase a leer qué ingredientes tiene el producto que usa y si observa sustancias sospechosas y nocivas, dé el cambio y prefiera las que las evitan.

Shampoo Orgánico y Natural

Muchas de nosotras hemos oído hablar de comida orgánica, pero shampoo orgánico? Así es, como se lee, Shampoo Orgánico o Natural que no es otra cosa que un jabón para el pelo con ingredientes orgánicos y naturales que no contiene sustancias químicas y artificiales, ni derivados del petróleo o colorantes y fragancias sintéticas.

Son mejores que los tradicionales de las grandes marcas que todos los días nos inundan con su publicidad en todos los medios?  Muy probablemente si, al no tener agentes agresivos con el cuero cabelludo y por el contrario al provenir de seleccionadas plantas que presentan los nutrientes que nuestro pelo necesita.

Pero no voy a decirles que los demás son malos, que el shampoo que por años ha usado después de leer este blog ya no sirve, no.  Si un producto usted considera que le funciona, que cumple sus expectativas, adelante, siga con él hasta que ya no la convenza o vea que quiso ensayar otro y le resultó mejor.

Lo que si le voy a señalar es que los Shampoo orgánicos y naturales, mal no le hacen si se escoge el adecuado para su tipo de pelo, sea este grasoso, seco, tinturado, grueso, liso u ondulado.  Los hay para cada necesidad y se acoplan muy bien pues los fabricantes llevan años estudiando los atributos de las plantas y esencias que en ellos incorporan para lograr los mejores resultados sin afectar su pelo.

Ensáyelos y se sorprenderá, pero no espere que produzca en su ducha el mismo volumen de espuma que el anterior generaba, pues son también ecológicos y biodegradables ayudando a cumplir lo que se busca, la limpieza y brillo del pelo sano, no el deterioro de ríos y lagunas al cual van esas aguas residuales.